Mi Universar

jueves, 21 de mayo de 2015

Crepúsculo vespertino


Un árbol desnudo a orillas de un lago
un hombre de pie medita a su lado.

Un curso de agua a los pies del árbol
la quietud y el hombre visten el ocaso.

El cielo se apaga sin pausa y sin prisa
el sol se despide con una sonrisa.

Las aves descansan cada una en su nido
no se oye siquiera un mínimo trino.

La calma se adueña del bello paisaje
llega sin aviso y sin equipaje.

Un árbol desnudo un curso de agua
el cielo se apaga las aves descansan.

Ruben Edgardo Sánchez, 21 de mayo de 2015

Fotografía: © Mustafa Öztemiz


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